Hace alrededor de
200 años, Peralvillo era la puerta de la cuidad haca el norte; la Calzada de
los Misterios y la Calzada de Guadalupe conectaban
al Santuarios de Nuestra Señora de Guadalupe em el cerrro del Tepeyac, con el
Paseo de la Reforma. A lo largo de la primera se construyeron 15
monumentos llamados ‘Misterios marianos’ para acompañar a los peregrinos en su
rezo del Rosario (o eso se cree), y ahora todo está en el olvido, víctima del
vandalismo y el desgaste. Además, como su nombre lo indica, en Exhipódromo de Peralvillo
se construyó en 1882 el primer hipódromo de la Ciudad de México, cerca de donde
está la Calzada de la Ronda. Las casas que se construyeron después de la
Revolución Mexicana se han deteriorado y convertido en vecindades; la Calzada
de la Ronda al lado del Sanborns y la calle Juventino Rosas somos un enorme
mercado de autopartes en el que los "coyotes" (personas que se
dedican a conseguirte las piezas sin que te muevas del asiento de tu auto,
claro esta que te arriesgas a que pagar un precio mas alto por la pieza)
te reciben con un: “¿Qué buscaba güera?”, "¿Que le falta jefe?"; ya
ninguna las unidades habitacionales conserva su estructura y ambiente
original, se habian construido para reubicar a los sobrevivientes del sismo de
1985. Ahora están cubiertas de piezas y sirven de bodegas para los
propietarios de negocios. No creo que la colonia haya sido así desde un
principio, sino que la población por diversos motivos decidieron
dedicarse al comercio, tanto formal como informal, una profesión que aunada a
las condiciones económicas y sociales de México desembocó en el tipo de
violencia que ahora prevalece en un barrio que se planeó como el hogar de una
clase media alta y no lo es hoy por hoy y a la que le debo todo lo que soy .
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